La arquitectura de Lima como testimonio: El proyecto fotográfico de Oscar Farje
Las ciudades acumulan historias a través de los años, cambios que se hacen evidentes al contraponer imágenes de la arquitectura del pasado y el presente. Oscar Farje, fotógrafo del diario El Peruano, emprendió el proyecto "Arquitectura en dos tiempos" que retoma retratos del archivo histórico del diario y los superpone con imágenes de la actualidad en Lima. Inspirado en el trabajo de Halley Docherty, este reportero gráfico dio un paso más allá de la edición por computadora al salir directamente a las calles y encontrar un ángulo que permita el diálogo entre épocas distantes, con variados resultados. Conoce el reportaje fotográfico después del salto.
Subsistencias
Al combinar fotografías con aproximadamente un siglo de diferencia entre sí, resulta notorio que existe arquitectura monumental que resiste los agresivos embates inherentes a la vida en ciudad. El resplandor de antaño se mantiene perenne en las hoy desgastadas fachadas del jirón Trujillo, en el distrito del Rímac, aunque ya sin el decoro de las tiendas y hospedajes que funcionaban en lo que fuera uno de los ingresos más importantes al Cercado de Lima.
Las trabajadas fachadas del otrora lujoso Paseo Colón, en el Centro de Lima, han pasado a ser el escenario de fondo para una de las avenidas más convulsionadas por el tráfico vehicular de la ciudad. La fotografía a blanco y negro nos recuerda, sin embargo, que esta bella arquitectura aun se mantiene en buenas condiciones y está a la impaciente espera de su puesta en valor.
Persistencias
En otros casos, estas fotografías demuestran el buen estado de conservación en el que se encuentran algunos de los espacios más representativos de la ciudad, manteniendo el vigor que presentaban un siglo atrás. La Plaza San Martín, en el Centro Histórico de Lima, persiste como un concurrido y bohemio lugar de encuentro en el que sólo parecen haber cambiado sus transeúntes.
El Palacio de Torre Tagle, en el Centro Histórico de Lima, hace gala ayer y hoy del esplendor incólume que ha resistido los diferentes movimientos sísmicos que afectaron la capital peruana. El actualmente peatonalizado jirón Ucayali permite apreciar con mayor detenimiento la belleza de este inmueble virreinal, en una de las fotografías que demuestra que la realidad a colores puede superar incluso a la situación de antaño.
Aun quedan muchos espacios por retratar tanto en Lima como en otras partes del mundo. Se dice que una imagen vale más que mil palabras, y nada tiene más palabras que contar que las ciudades a través del tiempo. ¿Te animas a salir a las calles y retratar de una manera distinta tu ciudad?
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