Estádio Nacional Mané Garrincha

Estádio Nacional Mané Garrincha

Arquitecto: gmp Architekten
Construido en: 2013
Ubicación: Brasilia, Brasil
Coordenadas: 15°47'0"S  47°53'57"O




Inspirado en el trabajo de Oscar Niemeyer, el Estadio Nacional de Brasilia Mané Garrincha fue reconstruido con mayor capacidad para la Copa del Mundo del Fútbol 2014 según los planos de Castro Mello Arquitectos y GMP. Con espacio para más de 72.000 espectadores, es el segundo estadio más grande del país y aspira a conseguir el certificado LEED Platinum.


Ubicado en el Complejo Deportivo Ayrton Senna, el nuevo Estadio Nacional de Brasilia sustituye al antiguo estadio Mané Garrincha inaugurado en 1974 y demolido en 2010. El nuevo estadio, inaugurado en mayo de 2013, está diseñado para no solo acoger partidos de fútbol sino también conciertos, espectáculos, conferencias y grandes reuniones.  Ofrece 74 cabinas, 40 bares, dos restaurantes, 14 cafeterías y 276 aseos.


Acorde con los requistos de la FIFA, el estadio está conectado al transporte público y cuenta con asientos para más de 72.000 espectadores, una zona de prensa y zona VIP y todas la comodidades de un estadio de fútbol moderno incluyendo una excelente accesibilidad a todas las áreas.


El espacio entre las columnas que forman la fachada del edificio, la "explanada", se extiende a 617.870 m2 y permite el acceso a todos los niveles de tribunas de manera rápida e independiente a través de 19 puertas y 158 torniquetes. La circulación interna se realiza por medio de 50 rampas, cuatro escaleras mecánicas, 60 escaleras normales y 20 ascensores. El tiempo de evacuación del estadio entero es de 8 minutos.



Diseño

El nuevo estadio multifuncional se diseñó siguiendo las tradiciones arquitectónicas de Brasilia, la capital del país que solo tiene 50 años. La combinación de rampas, puentes, las largas y esbeltas columnas y la monumental cubierta circular son las características claves en su diseño. 

La parte de la cubierta de hormigón armado forma la "explanada", el círculo de 288 columnas de hormigón, distribuidas en 3 ejes circulares  y coronado por el  anillo de compresión. El resto de la cubierta es de acero. Está basada en un círculo perfecto con 96 ejes radiales. Las 288 columnas miden hasta 61 m de altura con diámetros de solo 1,2 hasta 1,5 m. 


El  anillo de compresión de hormigón cónico de 22 m tiene un diámetro exterior de 309 m. Las grandes fuerzas de tracción de la estructuras de cables están ancladas a los muros radiales por medio de cables de acero. El voladizo de la cubierta consiste en una red de 48 cables radiales, que conectan el anillo de compresión con el anillo de tracción. Encima se instalaron vigas esbeltas de celosía, radiales y tangenciales, que están continuamente estabilizadas por los arcos de la membrana de PTFE de fibra de vidrio que cubre la estructura.








Sostenibilidad

Uno de los principales objetivos en el diseño del nuevo estadio fue mejorar su eficiencia energética. El Estadio Nacional de Brasilia aspira a la más alta certificación de sostenibilidad posible, LEED Platinum, para ser el estadio más ecológico del mundo.

El clima caluroso y seco de Brasilia fue uno de los factores más importantes para el diseño sostenible. Aprovechando el viento de la zona, su fachada abierta con las columnas permite máxima ventilación natural que reduce la sensación de calor dentro del estadio. La cubierta protege a los espectadores del sol y es autolimpiante, es decir, usa el proceso foto-catalítico para reducir el polvo. 

La iluminación está realizada completamente con focos LED para conseguir una reducción del 20% de energía. Para impedir sombras y crear un campo de luz homogéneo, el estadio cuenta con 465 reflectores, cada uno de 2.000 vatios, que iluminan el campo. 

La escasez de agua es otro tema importante en la región, por lo que el reto fue reducir un 50% el consumo de agua potable en el estadio. Esto se consigue con el empleo der tecnologías que garantizan el uso eficiente del agua (aseos, grifos,..), estrategias para  la reutilicación del agua y vegetación que prácticamente no requiere riego. La cubierta recoge el  agua de la lluvia que se almacena para su uso dentro y alrededor del estadio.

Se crearon nuevos espacios verdes en los alrededores del estadio, plantas autóctonas acostumbradas al clima seco convierten la zona en una biosfera. El aumento de la vegetación también contribuye a la reducción del efecto de isla de calor en el centro de Brasilia.

Los materiales del antiguo estadio demolido se reutilizaron en la nueva construcción, se usaron para rellenar el terreno o se reciclaron.


























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