Gimnasio Maravillas

Gimnasio del Colegio Maravillas

Arquitecto: Alejandro de la Sota
Diseñado en: 1960-1962
Ubicación: Madrid, España
Coordenadas:  40° 26' 47" N, 3° 41' 14" O




Fue un gran acierto inicial el aprovechamiento para Gimnasio del terreno en la fuerte ladera existente entre el actual Colegio y la calle de Joaquín Costa. Fue firme la decisión de llevar la obra adelante a pesar de ser de las que, por su propia naturaleza, no favorecen a sentir en sus comienzos la alegría de hacerlas.

Fue un premio a estas virtudes el que la obra, terminada, devolviese con su acogedora presencia aquellos esfuerzos primarios.

Puede decirse que solamente podría tener un fin semejante a Gimnasio un solar y un terreno como el elegido para construirlo. Tenía que ser destinado a edificio de gran volumen único con una sola luz lateral: la orientación, afortunadamente, a mediodía.


La forma en que se resolvió la sección determinó y exigió los demás pormenores y pormayores de su construcción.


Representó auténtica ruptura en el momento de su aparición en escena. Existía entonces más el sentido arquitectónico en sí mismo que un tan fuerte funcionalismo determinante de una tan definitiva arquitectura.

Es obra coherente desde su planteamiento general hasta cualquiera de sus detalles, logrados más por la adaptabilidad a su necesidad que por una predisposición arquitectónica dada.

Es normalmente obligado el cubrir las grandes luces con cubierta ligera que, por tanto, no aguante pesos considerables sobre ella. Es decir, un gimnasio, un cine, un teatro, iglesia, etc…están en la línea de los edificios que deben cubrirse de forma parecida a una tartana. Otra solución es, principalmente, antieconómica.



Aquí, el problema es opuesto. Lo que supondría economía grande como construcción sería una grave pérdida como aprovechamiento del solar y lo peor, no resolvería tantos problemas de espacio como los que tiene planteados un gran Colegio enclavado en solar céntrico de una población.- Este tenido en cuenta, cambiados los términos, se proyectó el Gimnasio actual.- Planta baja, gimnasio, pista. Plantas primera y segunda, aprovechamiento lateral con locales para biblioteca, reuniones de antiguos alumnos, padres de alumnos, etc. Planta tercera, más locales con destinos a otros usos: en su parte lateral, profesores, tuna, etc…y el gran aprovechamiento sobre el vacío del gimnasio: sala de conferencias, museo de ciencias naturales, laboratorio de física  y de química, almacenes. Sobre tantas cosas, el gran patio, vida indispensable del Colegio.


Un planteamiento opuesto al normal y perfectamente razonable.

Ha cuidado el Colegio que todos los materiales empleados en la construcción fuesen los justos; esto no es corriente ya que el uso indebido del ahorro donde no se debe y del derroche donde tampoco se debe, es justo, lo corriente.


En el proyecto se cuidaron cosas como la sonoridad del local, la ventilación cruzada permanente y natural, la iluminación y el sol, y tantos que ahora, otra vez agradecidas, nos alegran el final de obra.” (Alejandro de la Sota. Hoja mecanografiada. Sin fecha)


- Texto escrito con posterioridad…

Este edificio del año 62, nació a su aire. Preocupados con los problemas urbanos, aprovechamiento del mal solar, económicos, no dio margen para preocuparse por una arquitectura determinada; por eso carece de cualquiera de ellas. Tal vez sea otra, tal vez. Explicarlo llevaría a la polémica de: Arquitectura sí, Arquitectura no.

Situado el volumen del gimnasio propiamente dicho en la cota justa, se aprovecha el sótano, las clases (cubierta del gimnasio) y la terraza (patio de juegos) en la cota del Colegio. Con la elección de la estructura apropiada se consiguen, en el interior del gimnasio y las clases, efectos aprovechables.


Los miradores exteriores le devuelven al gran muro la escala urbana.

Se remata todo con la valla de protección del patio, que juega con el conjunto y también es fachada.

(Alejandro de la Sota. Hoja mecanografiada. Sin fecha)


- Otro texto escrito en 1985…

El gimnasio de Maravillas tiene ya 22 años. No sé por qué lo hice así pero lo que sí sé, es que no me disgusta haberlo hecho. Creo que el no hacer Arquitectura es un camino para hacerla y todos cuantos no la hagamos habremos hecho más por ella que los que, aprendida, la siguen haciendo.

Entonces se resolvió un problema y sigue funcionando y parece que nadie echa en falta la Arquitectura que no tiene.

(Alejandro de la Sota. Marzo de 1985)

Cabe destacar que este año, se cumplen 50 años desde la inauguración de esta obra española. Por esto, la Fundación Alejandro de la Sota ha querido celebrarlo con un ciclo de actividades: visitas guiadas al edificio y al antiguo estudio del arquitecto (que hoy es la sede de su Fundación), una pequeña exposición con documentación original y concursos de fotografía y dibujo.
























































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